Miriam Mejía describe en este libro de cuentos su manera particular de metamorfosear sus nostalgias; conectando la memoria de la tierra propia (como se podría denominar la infancia) con un mundo desmesurado, sin escalas, hiperpoblado de angustias, arduos quehaceres y desafios infinitos (como podría percivirse el ritmo barroco de Nueva York).
Sin embargo, no se queda en las nostalgias, en ningún momento cede su porción de aventura interior. Angela Hernandez
6" x 9", 88 Pages
Editorial Guapané
© 1997
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